Reseña de "De Ausencia". María Luisa Mendoza
La ausencia llega cuando menos te lo esperas. Podrías sentirla en el México del siglo XIX mientras bailas por los pasillos de tu nueva mansión, en un barco con destino a Irlanda o en los brazos del amado o amados. Chocarías con ella al notar en tu cara la falta de la vejez, que los años pasan y no hay marca alguna de ellos en ti.
Placer es la primera palabra en la que pienso cuando quiero hablar de De Ausencia. La sexualidad de la mujer se ha tratado como un tabú en la literatura mexicana y los escasos ejemplos son de novelas historias producidas por hombres que cosifican el cuerpo y el apetito sexual de la mujer, lo bueno es que algo que se ha venido rompiendo en los últimos años por escritoras ingeniosas como lo es el caso de María Luisa “La china” Mendoza.
En De Ausencia, publicada en 1974, nos encontramos con una de las más ricas protagonistas en la literatura mexicana no sólo por su estatus económico en la novela, sino por su rica estructura y acercamiento que tiene con otros personajes importantes de la literatura universal. Ausencia Bautista es una mujer que no pide ni permiso ni disculpas, millonaria y privilegiada tendrá todo lo que pida en la vida, hasta un perfecto triángulo amoroso que desatara una ausencia en su ser.
Ambientada en el siglo XIX, donde la cotidianidad estaba cambiando todos los días por el industrialismo y los estragos de la independencia, Ausencia centra su vida en satisfacer sus necesidades sexuales con un socio de negocios de su padre, mientras su mejor amiga mantiene una relación fantasía con el padre de Ausencia y su sirvienta Enedina nunca es tocada y saciada por un hombre o ella misma. El libro nos abre las puertas para encontrar una mujer que no es ella misma sin ocultarlo, su maldad y felicidad son conocidos por todos, su sexualidad andará en boca de todo el pueblo y ella ni siquiera dará la mínimo importancia, es por ello que considero De Ausencia como una novela de personaje, ya que no se puede solo definir como una novela erótica, la importancia radica en su actante principal.
El desdoblamiento del arquetipo femenino no viene de su sexualidad, sino que hay una cambio en cómo se escribe una mujer sexual, Mendoza no la muestra como una mujer ninfomana sino como una persona normal que tiene necesidades como cualquiera, su trato hacia el personaje es arbitrario, no es un personaje plano, tiene bellos relieves por su compleja psicología. Ausencia es todo lo contrario a Santa, Ausencia no quiere ser tu arquetipo de la mujer mexicana, Ausencia es ella y punto.
Mostrando un México a la Maria Antonieta, Mendoza nos pinta una casa mexicana que cruza los límites de la sociedad recatada de la época, el derroche monetario de Ausencia y cómo todos en el pueblo se hacían se los ojos gordos para que el dinero y la felicidad ausente de Ausencia nunca falten. Un gran ejemplo de la sociedad mexicana del XIX, que después de años de guerra hacían y se vendían a quien fuera con tal de tener ser y de comer.
Con un lenguaje barroco, María Luisa Mendoza explora los límites del español, enriqueciendo en cada una de sus hojas la gramática del español. Mezclando los arcaísmos, neologismo y vulgarismos, la escritora nos da su propio ejemplo del ideal español; una yuxtaposición de lo que es, destruirlo para hacer de él un nuevo lenguaje con otros significados apropiados. El español mexicano florece en sus manos, vuela y aterriza en un mundo de hermosas oraciones donde el sentido está en las claves que Mendoza va sembrando a lo largo de la obra.
Con una narrativa juguetona por la escritura, María Luisa se deslinda del canon literario mexicano que años antes, cuando le negaron el Villaurrutia, le cerró las puertas. “La China” hace una nueva literatura mexicano, la sexualidad femenina es cuidada bajo la escritura femenina, borrando el tabú de nuestra sexualidad a lo largo de su narrativa, las sabanas de Ausencia invitan a la lectora para que pueda entender su esencia entre su sexo, un aroma de gozo, placer y muerte rodea las paginas de nuestro libro, haciendo de este uno de los más ricos libros del siglo XX que han sido olvidados por un canon machista y privilegiado.
El trabajo de estas escritoras que estaban redefiniendo lo que era la escritura mexicana nunca se debería de volver a olvidar. En una gran recuperación de obras literarias, la UNAM y la colección Vindictas nos obsequia el placer de leer las extrañas y excitantes mujeres de Mendoza junto el trabajo de otras escritoras latinoamericanas. De Ausencia es una gran obra que se debe recuperar todos los días, con una rica tradición de lo mexicano y un personaje femenino que cambia por completo la sexualidad tratada en la literatura. Leer mujeres importa. Leer mujeres escribiendo mujeres importa.
Por Annia López Cervantes.
Mendoza, M. L (1974). De Ausencia. México: Editorial Joaquín Mortiz
Mendoza, M. L. (2019) De Ausencia. México: UNAM.
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